“ET IN ARCADIA EGO”-(también yo en la Arcadia (estoy)-: PROYECTO DE COLOR DE LAS AREAS DE ESPERA PLANTA Sótano 2º(-7,30m). HOSPITAL UNIVERSITARIO DE ONCOLOGÍA GREGORIO MARAÑÓN. MADRID
El objetivo,en la zona de Radioterapia del Hospital Gregorio Marañon, es reducir la carga tensional de miedo y de estrés que presentan los pacientes, por las pruebas y tratamientos a los que se van a someter. Proponemos el uso del color, como elemento fundamental para colaborar en la eficacia de los tratamientos.
Para ello, planteamos una intervención de color que evoque en los pacientes y familiares otros escenarios que denominaremos terapéuticos. Hablamos de “Transformar la Realidad.”
Por medio de esta actuación, pretendemos que los usuarios, en base a unos juegos de color y luz, de ritmos y volúmenes, se trasladen a escenarios lejanos y distintos. Nos basamos en los ambientes creados por el pintor Sorolla en su cuadro «El niño de la barquita», que nos transporta a las playas de Valencia y recrea gracias al baño de los niños, un instante de plena felicidad y de alegría.
Bases teóricas:
Basándonos en el concepto de la Arcadia de Virgilio (S. I ac), retomamos la versión que plantean Los pintores del XIX, localizando la Arcadia a orillas del Mediterráneo, como un lugar al que volver, un refugio y una seguridad. Diseñamos el sentido de “Yo, en la Arcadia”, como la estancia en un lugar alejado de los sótanos del hospital, transformando la realidad circundante, recreando las orillas del Mediterráneo como ese espacio idílico y atemporal. Lo unimos a las experiencias personales, proponiendo la belleza como instante de brevedad y recreando la idea arquetípica hedonista del Mediterráneo como paraíso de felicidad. El pintor Joaquín Sorolla y Bastida es el referente para la intervención de color, para quien el Mediterráneo es sobre todo “intensidad” que se caracteriza por la rigurosa luz del sol, los reflejos tornasolados del agua, el blanco de las espumas, de barcas, lienzos y velas.
Solución: Materializamos esta idea utilizando varios recursos:
LA LUZ: Proponemos regular las luminarias existentes de proyecto, hacia una mayor calidez que simule la luz mediterránea. Se recreará el ambiente cálido del Mediterráneo que figura en el cuadro.
EL COLOR: Partimos de la paleta de Sorolla de sus mares de “El niño de la barquita”, para recrear los tonos del mediterráneo: aguamarinas y los azules verdosos que figuran en los planos.
LOS RITMOS Y EL MOVIMIENTO: El mar geométricamente se puede entender como una serie de franjas tornasoladas horizontales, rotas por la blancura de la espuma de las olas, una sucesión de frecuencias vibrantes de color entre los blancos que las delimitan. Materializamos el conjunto y hacemos un giro: lo horizontal deviene vertical, las bandas se acortan, pero inundan y acaparan los techos. Los anchos, las longitudes y ritmos de las bandas generan una vibración y movimiento como si de OLAS se tratara. Un estudio modular de anchos, de longitudes, de tonos de color que a veces parten del zócalo gris y otras se despegan, para” moverse” y escapar a esa línea de horizonte. Y penetran de manera inconstante en los techos «revolviéndose» y creando un refugio para el paciente, una ola que le intenta rodear como protegiéndole. Por tanto, ritmos, color, vibración y las luces del mediterráneo reguladas por medio de la iluminación ambiente del proyecto de Reforma, evocan los ambientes del Mediterráneo, de los cuadros en las playas de Jávea y Valencia, unos entornos “terapéuticos “gracias a la capacidad de evocación del color.