El objetivo que persigue esta formación es desarrollar de una metodología para utilizar el color en arquitectura: desde el planteamiento inicial de la finalidad del color en el proyecto de arquitectura, pasando por los pasos que daremos para concretar UN COLOR O el o los colores definitivos. Aplicaremos esta metodología al estudio ESPECÍFICO DE FACHADAS, analizando y estudiando varios ejemplos de color, y el posterior desarrollo de casos particulares del alumno.
Salvo algunas excepciones sabemos que los proyectistas no nos manejamos en general con soltura en el mundo del color. Nuestras ciudades están adquiriendo unas tonalidades muy alejadas de los entornos sensoriales tanto históricos, naturales, o de una cromaticidad alternativa, estudiada y creativa. Las nuevas edificaciones se mueven en torno a los “no colores” que podrían ser repensadas dando soluciones alternativas que integren la imagen moderna y actual con una sensorialidad más adecuada, sacando partido a los nuevos materiales que ofrece la industria. De ahí que el objetivo que se persigue sea mecanizar y sistematizar un método para redactar proyectos de color de fachadas.
Por ejemplo, si en vez de los negros y blancos que inundan los edificios de toda España, que se relacionan con “lo moderno”, se hicieran propuestas discretas y elegantes de edificios en sus fachadas e interiores que estén relacionadas con el lugar y los materiales naturales, conseguiríamos una mayor armonía e integración de las nuevas arquitecturas. Por el contrario, con el uso de gamas alejadas de los entornos naturales que provienen del mundo pictórico, “reforzaríamos” el carácter plástico de las obras. Estas son solo dos opciones entre muchas más.
Programa
Primera Parte: Un proyecto de Arquitectura Privada
Práctica:
Segunda Parte: Un proyecto de Arquitectura Pública
Práctica:
El objetivo que persigue esta formación es desarrollar una metodología para utilizar el color en FACHADAS, analizando y estudiando varios ejemplos y desarrollando a posteriori casos particulares del alumno.
Salvo algunas excepciones sabemos que los proyectistas no nos manejamos en general con soltura en el mundo del color. Nuestras ciudades están adquiriendo unas tonalidades muy alejadas de los entornos sensoriales tanto históricos, naturales, o de una cromaticidad alternativa, estudiada y creativa.
. Las nuevas edificaciones se mueven en torno a los “no colores” que podrían ser repensadas dando soluciones alternativas que integren la imagen moderna y actual con una sensorialidad más adecuada, sacando partido a los nuevos materiales que ofrece la industria. De ahí que el objetivo que se persigue sea proponer un método para redactar proyectos de color de fachadas.
Por ejemplo, si en vez de los negros y blancos que inundan los edificios de toda España, que se relacionan con “lo moderno”, se hicieran propuestas discretas y elegantes de edificios en sus fachadas e interiores que estén relacionadas con el lugar y los materiales naturales, conseguiríamos una mayor armonía e integración de las nuevas arquitecturas. Por el contrario, con el uso de gamas alejadas de los entornos naturales que provienen del mundo pictórico, “reforzaríamos” el carácter plástico de las obras.
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